Si quieres conocer la voluntad de Dios para tu vida, tienes que mirar para qué eres bueno. ¿Por qué te daría Dios ciertos dones, habilidades y talentos si no espera que los uses? Eso sería un desperdicio.
Dios te dio Formación Espiritual, Oportunidades del Corazón, Recursos Naturales (Habilidades), Mi Personalidad y Antecedentes (FORMA) que te hacen único, y cuando te tomas el tiempo de averiguar la FORMA que Dios te ha dado, esto te da el sentido y la dirección de como debes llevar tu vida. Pregúntate a ti mismo: ¿En qué soy bueno? ¿Qué es lo que me gusta hacer? ¿Qué me apasiona? ¿Qué me entusiasma y que no? ¿Qué es lo que las personas confirman de mí? ¿Cómo puede Dios usar estas habilidades para su Reino?”
Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (NVI). La palabra original Griega para “hechura de Dios” en este texto es la palabra poema, de la cual obtenemos la palabra en españolpoema. Tú eres el poema de Dios. Tú eres una obra de arte. Tú eres único. No hay nadie igual a ti.
Pero hay más en la vida que ser único. Dios quiere que seas único y eficaz. Él te diseñó de tal manera que pudieras hacer buenas obras. Incluso antes de que nacieras, Dios pre-diseñó un papel para ti en la vida. Él dijo: “Voy a hacer esta persona y le daré ciertos dones, habilidades y talentos, y voy a permitir que atraviese por ciertas experiencias - algunas buenas, algunas dolorosas y algunas educativas. Voy a combinar todas estas cosas en esta persona, porque quiero que se haga algo en el mundo en donde se necesita este tipo de persona, con estas cualidades.
Un día vas a estar de pie ante Dios y Él te preguntará. “¿Qué hiciste con lo que te di?” Si no utilizas tus experiencias y tu Forma para lo que Dios quiere, se pierde el objetivo.
Somos salvos para servir. A eso lo llamamos tener ministerio — usar tus dones y talentos para ayudar a otros. Realización significa ser “quien y aquello” que Dios quiso que fueras.
La Biblia dice, “Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.” (1 Pedro 4:10ª NTV).